Primeras impresiones

Tengo la intención de hablar del trabajo lo justo, por ética y sentido común, pese a que probablemente será fuente de miles de anécdotas de esas que tan fácil me resulta ver y recordar y que a otros pasan desapercibidas.

Por contar algo a aquellos que se alegraron con mi nueva ocupación, diré que:
- Por ahora estoy de prestado en la mesa de un tipo que está de vacaciones (y que por supuesto tiene todo lleno de carpetas y papeles) esperando a ver a cual de los dos trasladan a su vuelta.
- Por error le dieron a un becario -que se incorporó el mismo día que yo- el ordenador que me correspondía, así que estoy a la espera del mío.
- La mesa que okupo y que carece de ordenador es la mesa del currante nato, ésto quiere decir que es la única mesa del ala cuya orientación la hace visible desde cualquier punto (olvidemos la procrastination pues).

Por lo demás todo bien. Esta mañana he volado solo a alguna notaría y un consulado (que calorrrrrrr!!). La semana que viene tengo que ir a Madrid -con mi mentor- y parece que La Capitá se convertirá en un destino habitual casi mensual. ¿Se ha leído bien esto último por las alturas? "casi mensual" con tiempo suficiente para una puesta al día con refresco incluido.

Un saludo a todos los compañeros que con su esfuerzo ayudan a levantar el país, como yo.