18.8.05

Bombero chancletero

Sevilla, 6:00AM.
Alguien ha tenido la genial idea de tirar su macrobolsa de basura a la papelera 10 segundos antes de que otro genio haya decidido quemarla.
Huelo a humo. Subo más la persiana. Compruebo que esas lucecitas naranjas y azules borrosas son llamas que empiezan a crecer en la fachada de en frente. Me froto los ojos, me visto y me dirijo al cubo de la fregona que ya esta lleno. Abro la puerta, Luisa me avisa de que el cubo está lleno, pero de lejía. Lo vacío, lo lleno de agua y bajo. En pantalones cortos y chanclas vierto un poco de agua sobre la papelera, asombrado de que, estando en plena fachada, el vecino del 2º -que la tiene justo debajo y al que le tiene que estar llegando el humo por bemoles- tiene la luz encendida y la ventana abierta pero parece no prestarle atención (¿habrá sido él con un cigarrito?). En vista de que el agua hace su trabajo, decido echar todo el contenido del cubo. Funciona, el fuego se apaga, pero mi somnolencia no me ha permitido esquivar parte del agua que yo mismo echaba.
Conclusión, me voy empapado resbalando camino a casa porque se me salen las chanclas. Mi novia se parte de la risa llamándome el "bombero chancletero".
Me acuesto. No puedo dormir así que veo la tele hasta que me entra sueño. 10 minutos más tarde suena el despertador de Soft (es lunes, festivo pero lunes, y los despertadores no entienden de festivos). La aviso y lo apaga. A la 1/2 hora suena otra cosa que no recuerdo. 1/2h más tarde el quipo de música me recuerda que son las 9:00AM.
¡Que dura es la vida del bombero (chancletero)!
Y encima alguna vecina alcahueta me echará una bronca por haber dejado la papelera perdida "que te he visto".