20.6.05

No me gusta Melendi

Primero nos encontramos con los grandes de la música española de los 80 protestando por el pirateo mientras unos niñatos con acne salidos de un programa de televisión se van apoderando de sus galas.
Luego desciende el crecimiento vegetativo de los niñatos, mientras los mayores ya van al gimnasio y aprenden a protestar por el pirateo.
Alejandro Sanz mientras tanto a lo suyo, pega un berrido y un par de bostezos y vende millones de discos. Los demás siguen r que r como marionetas (manejadas por...) con el dichoso pirateo.
Las discográficas gastan millones de dollares (léase "dollar" a lo cubano) en promocionar a la hija del vecino siempre que se pele como Britnie y se corte un poquito la falda, mientras pone trabas a la celebración de conciertos de grupos amateurs por temas de recaudación.
Y sigue sin publicarse en España el disco, póstumo ya, de un grupo ingles (de mis amores) porque las discograficas no le ven mercado. Pero es delito conseguirlo por medios no oficiales.
Señores no siento la menor vergüenza al decir públicamente que no me gusta Melendi. Una copia barata de la cabra mecánica que ha aprovechado el éxito de Estopa a la hora de cantar callejero.
Ni que decir tiene que Estopa me resultaron curiosos en su día, al escucharlos en un recopilatorio, y que ni mucho menos imaginaba el éxito que tendrían (sobretodo cuando me hacían quitar la canción en el bar donde la pinchaba) que cansa ya. Pero lo de Melendi, un alternativo que supuestamente no tiene pelos en la lengua ni en el ropero, y que posa igual para la campaña de la vuelta ciclista a España que para el superpop de turno mientras anuncia una barra de chocolate, lo de Melendi...

Señores, que gracias a la red no solo tengo mi propio gusto, además lo satisfago.