Dime con quien andas y te diré a que película vas

Hace algunos años, gracias a trabajar con una población muy especial, descubrí que la calificación moral de las películas, que a mi siempre me había parecido absurda -sobretodo si la dicta la iglesia o similares- tiene un criterio en muchos aspectos acertado.
No tardé mucho en descubrir que una simple escena de beso, o un inocente puñetazo, pueden convertir una noche tranquila en las noches más largas y pandorables de la historia de tu vida.
Películas inocentes con las que yo había disfrutado y sonreído de pequeño, han cambiado para siempre en mi memoria en 1/2h de visionado junto a estos feroces e impulsivos críticos.
He visto chavales ir al baño (de forma discreta y civilizada) todas y cada una de las veces en las que aparecía un seno durante la película, y perder todo civismo al escuchar el comentario de algún compañero sobre el trasero de la prota.
Escuchaba el otro día en "La Ventana" comentarios de los oyentes criticando la prohibición de hacer topless a las internas de un centro penitenciario (pido perdón si el resumen de la noticia no es exacto puesto que llegué tarde) en la piscina, o algo parecido. La gente llamaba para hablar de la libertad del alma y cosas por el estilo, sin saber que a veces, en ese tipo de centros, una mirada es una amenaza mortal, y una exhibición (por lo general rellenita de intención) conlleva una reacción, en la mayoría de los casos dramática. Que nadie olvide que se trata de personas que por una u otra razón, no controlan sus impulsos.
El caso es que, coincidiendo con la 1ª vez en la que no estoy de acuerdo con Enrique Dans (lástima no poder dejar el comentario en el post) vuelvo a vivir la traumática experiencia de tener que seleccionar una película para los chicos.
En mi anterior etapa, tras ganarme su respeto hacia mis elecciones conseguí hacerlos vibrar con "Tiempos Modernos" o cualquier película de Harold Lloyd. Para mi es realmente meritorio el hecho de abrir la tapa del vídeo/dvd para meter una película que ya saben es en blanco y negro.
La elección es difícil, sobretodo porque a mi me tira bastante el cine poco comercial, afortunadamente encontré una tarrina catalogada "primeras versiones divx" en la que estaba tchan tchan ¡TOP GUN! (no era fácil elegir en aquella época).
Tuve que usar varias veces mis dotes de persuasión del tipo "¿vemos la peli o limpiamos el patio?" para que dejaran de pelearse y miraran a la pantalla. No eran capaces de seguir el ritmo de la 1ª parte (para ellos lentísimo) o lo que es peor, no entendían las escenas. Y es que, el cine no solo está perdiendo ideas, está metamorfoseándose en una hamburguesa de Mcdonalds comprada en Mcauto.
Personas a las que respeto por su cultura, me comentan que no quieren ver tal o cual película porque no quieren pensar después de tantas horas de trabajo. De ahí que El Condemor se una de las películas españolas más taquilleras de la historia (en España).
No soy precisamente paciente ni tranquilo, y no sé sacarle partido a los tostones (cosa que sí pueden hacer algunos ¿Verdad Villa?), pero probablemente el problema de la industria cinematográfica actual no sea la falta de oferta (ideas) tanto como la falta de demanda (exigencia de unos mínimos de calidad).
Antes se decía "Hay que verla en el cine" en lugar de esperar al vídeo, cuando la película merecía la pena. La frase ha cambiado a "No te gastes el dinero, bajatela".