Bob mcfly

Tras el comentario de mi compañera de trabajo he decidido esconder a Bob Esponja. Al menos uno de ellos. Seguro que Bob me hace parecer extraño, pero estaréis de acuerdo conmigo; es una de las grandes creaciones de la humanidad. No, no he visto la película. No, no he visto ningún capítulo entero, pero como algún surrealista con Los Cantos de Maldoror, no necesito ver nada de Bob Esponja para encumbrarlo a mis altares. Un dibujo animado capaz de crear esa polémica es capaz de cualquier cosa. Y todo porque no tiene sexo. Pero no como Barbie. Bob es una esponja. Ya sé que en estas fechas, cualquier joven que habla de esponjas es automáticamente tildado de alcohólico, pero éste no es mi caso. Ni el de Bob. Él es una esponja. O ella. El ser vivo ese que se reproduce por partición y que no tiene sexo. Así que Bob es mitad hombre mitad mujer y lo que es aún mejor, mitad masculino mitad femenino. Ya sé que no es original que un dibujo animado pueda provocar críticas tan feroces.
Evidentemente, lila piensa que estoy loco. Pero ella ni siquiera ha firmado aquí.