Leer de un tirón con un polvorón en la boca o cómo matar a K

Os cuento cositas de esas que se me quedan en la memoria de por vida quitándole el sitio -sobreescribiendo- al significado de onicofagia, tricotilomanía, dendroglia, ribosoma y demás conceptos de la profesión de algún compañero de facultad.
Echandole un ojo a la actualidad desde mi silla giratoria, que no sillón voltaire, me encuentro con una noticia manida, eso quiere decir que la he escuchado en la radio o la he leído en un periódico antes que en la blogsfera -cosa rara-.
Ha desaparecido la carpa que cubría el estadio olímpico, la que utilizaron para la final de la Copa Davis. Una carpa de x miles de metros cuadrados y xxx toneladas del lugar donde la guardaban.
No sé porque se empeñan en decir que la han robado. Ya sabemos perfectamente que Pepe le ha dicho a Paco que se la lleva "porque ahí lleva más de un año pará y yo le voy a dar uso".
Solo habría que montarse en una avioneta y ver un par de chalets en Utrera o Matalascañas (por ejemplo) con una sombrita de lo más digna.
A mi me hace mucha gracia el pastón (como diría tu amigo el del anuncio de Burriking) que se gasta el ayuntamiento en cosas que luego no disfruta al más puro estilo perro del hortelano.
El Sr. Rojas Marcos, experto en quedarse con la concejalía de urbanismo y gerencia de distintos proyectos tipo metro y estadio olímpico, y cuyos bolsillos estarán llenos de algo más que quejas de sevillanos, se empeñó en hacer un estadio que cuesta 6 ceros diarios solo en mantenimiento y en el que no se permite el uso en casi ninguna situación y casi por ninguna disciplina deportiva a excepción de los equipos de futbol de primera división, que se niegan desde el principio a aceptar el ofrecimiento obligatorio. No solo se empeñó en hacer un estadio, también se empeñó en llamarlo olímpico (las minúsculas son a propósito). Despues llegó el tema del metro, al que yo asocié siempre con la palabra "subway" pero que constará de más de una linea en plan tranvía y no por gusto, que sé de buena tinta que ya le advirtieron desde el principio de la imposibilidad de un trazado subterraneo en ciertas zonas, y lo que es peor, en alguna de ellas sigue queriendo ser subway.
Leía esto de la carpa, y me entero que un tipo ha apuñalado a una mujer y se ha arrojado desde un quinto. Aquí viene la posibilidad de hablar de violencia de género sin embargo lo ha hecho en el trabajo agrediendo también a su jefe. Se abre el abanico pues y agregamos el tema "sindrome del quemado" "reducción de la jornada laboral a 37h, cumplamos con la obligación de pagar las horas extras". Al parecer el tipo no ha muerto porque ha rebotado contra el morro de una furgoneta (si yo tuviera un concesionario no dudaría en asegurar que es de las mías y hacer un anuncio demostrando que "la nueva folloneta express salva vidas")
Me preguntaréis qué tienen que ver estas dos noticias. Pues resulta que son de las pocas noticias que saldrán en televisión y que no hacen publicidad de nada ni tienen relación con las relaciones o padeceres de folclórica alguna.
Los telediarios se han convertido en soportes publicitarios.