8.6.06

la noche de los primos vivientes

Anoche en un alarde de la valentía que me caracteriza, salí a la calle. En realidad la calle la pude ver el tiempo de pillar un taxi a la ida y otro a la vuelta, pero aunque sea poca sigue siendo calle. Me emocioné cuando el taxista se mostró como un racista de tomo y lomo y luego preguntó...¿sois de por aquí? Qué recuerdos. Eso fue sólo el principio, el principio de la noche de los primos vivientes.
Fui al concierto de Carlos Jean el Chesterfield Café, un lugar pequeñito en el que, cuando hay concierto puedes ver al cantante pero no puedes escucharlo. De hecho, si vas a la zona vip tampoco puedes verle. Y nosotros, vips, a la zona vip del Chesterfield, un garito con nombre de cigarrillos y zona de no fumadores.
Allí vimos a una voz de radio que me llama "primo" porque ha pasado demasiado tiempo con mi prima. Y prima me suele llamar "primo". Algo así como la gente que llama "papá" a su marido. En mitad del concierto un brazo me llama y justo al final del brazo estaba otro primo, el de una amiga de la isla. Quiero decir una amiga mía residente en la isla; no me hablo con los amigos de las islas ni de los arrecifes rocosos. El tercer primo era Jean, que hizo muy bien en no llamar a su último cd "mr diet" tal y como tenía pensado. Si le habéis visto en alguna foto después de perder nosecuantos kilos olvidáos de esa imagen; ya los ha recuperado. Eso o se trata del primer caso del mundo en el que las cámaras no le engordan pero los micrófonos sí. Quizás no sea la música que más me guste, pero tiene mi respeto desde que le escuché decir que sabe que hace las cosas bien cuando suena al mismo tiempo en los 40 y en radio3. Es fácil hacer un éxito fácil pero también lo es colocar dos loops oscuros para que los independientes se mueran por tus huesos. Aunque no creo que nadie sea ya indie ahora que Interpol suena en Friends mientras dos protas se besan. Ya sé que debería ir a los conciertos de la gente que me gusta cómo suena y no cómo habla, pero era gratis y cerca de casa. Además, suena bien. Siempre me han dicho que Jean es primo de un colega de la isla. Jean es bajito, gordo, gallego y mulato, justo lo contrario de su supuesto primo (en el hipotético caso de que "gallego" y "mulato" tengan contrarios). En este caso, además, el que juega bien al baloncesto es el primo blanco. Yo, en realidad, no me creo el parentesco. Puedo aceptar que dos primos sean tan diferentes como puedan ser, pero no termino de explicarme porqué el primo gallego no ha heredado el gusto por las zapatillas.