Me levanto de la cama con el sonido de la alarma del móvil, como si hubiera conseguido dormir a lo largo de la noche y los 50 grados que marcaba el termómetro de la Buhaira no hicieran mella en el cuerpo humano.
Me ducho, me afeito, me arreglo con uno de los 3 pantalones nuevos y una camisa, me cambio de camisa porque no pega con el color del pantalon, me cambio de cinturón porque no pega con el color de la nueva camisa, estoy a punto de cambiarme de pantalón pero, me detengo, respiro, me relajo, cojo el maletín y me dispongo a salir. Me espera un psicotécnico, un test de inteligencia, una prueba de inglés y una explicación acerca de porqué no les he llevado la documentación que me pedían (la entregué directamente en el dep. de RRHH).
"¿Si no necesito entregar documentación para que voy a llevar maletín?" pienso, así que lo dejo y me dispongo a salir. Cojo el móvil, el mp3, la funda de los auriculares, la cámara fotográfica. Son demasiadas cosas para un bolsillo de pantalón y la riñonera no pega cuando vas arreglado, así que vuelvo a coger el maletín y lo lleno con todas esas cosas que no sirven para nada en una entrevista pero que me hacen el camino más ameno. Además, un hombre con maletín siempre impone más que un chaval con camisa a secas.
Desde las 10:30 hasta las 14:30 contando mi vida y contestando a preguntas. ¡Que placer! Y encima, en la entrevista en inglés vuelvo a contar mi vida. Impagable.
Solo me falta entregar la foto. Creo que se trata de la foto que irá adjunta a mi perfil en el trabajo (una foto accesible a todos los empleados de la empresa)
¿Que os parece ésta?

Si alguien me está viendo con gafas de sol por primera vez en su vida que levante la mano.