El Cartero y Leolo van a La Peluquera
Tu fijación con el marido de la peluquera es asombrosa por lo constante y antigua. A mi me gustó mucho pese a verla en el salón de actos de la facultad, con aquel proyector que anaranjaba o daba tono tierra a toda película ya fuera rodada en pleno océano o se tratara de una batalla interestelar. Sin embargo mi gusto por la película se basó fundamentalmente en una cuestión de cercanía.
El hecho de que lleve media vida rapándome yo mismo con la maquinilla es una cuestión puramente hedonista/monetaria. Al igual que el hecho de pasarme medio día acariciándome con la palma de la mano el cráneo sintiendo las puntitas hacerme cosquillas (cuando tenía pelo y éste tenía fuerza). Recuerdo que un verano, en Ecuador, estuve yendo al peluquero una vez a la semana hasta mi regreso (creo que el pelado me costaba lo mismo que un paquete de caramelos).
Conozco a mas de un adolescente que se ha hecho un cubata de maximo dutti y vive para contarlo. Y por supuesto, nadie que nos haya visto hacer el terminiactic por la calle pondría en duda nuestra afición por la música étnica y su permormance, que cada cual llevamos a un extremo distinto. En mi caso, y como declaro en el audiopost anterior, sería la reencarnación de Jonnhy Cleg & Savuka (todos juntos) con el mayor de los placeres.
EL caso de Leolo es distinto. Como ya he comentado, mi Leolo es francés (gracias a la2, al vhs y sin permiso de la SGAE) al igual que mi cartero y mi Neruda eran italianos.
Se que este comentario suena snob, pero la traducción, como en casi todas las películas, me mata.
No voy a ocultar que You can allways get what you want dejó de ser un de mis canciones favoritas al convertirse en el gingle de motorola, y que vuelve a serlo siempre que Leolo descubre el placer de la carne en otros muslos tratando de olvidar a Bianca.
Podría darte mil detalles pero lo resumiré diciendo que Leolo, al igual que Martín Romaña, se ha convertido en moneda de cambio en mi vida. Una moneda que presto siempre que quiero que alguien me conozca/entienda un poco mas.
En muchas ocasiones me han dicho que me parezco mucho a Martín. En un par, que escribo como Bryce y en otro par, me han visto un gran parecido físico con Leo. No tengo que decir que ese, ha sido uno de los mayores piropos que he recibido desinteresadamente. Por supuesto no quise preguntar a cual . No me hace falta.
Ahora es cuando todos os ponéis a comentar que no me parezco pero no me importa...
Parce que je rêve, je ne le suis pas
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