7.8.05

Hablando de cámaras. ¿Dónde está el baño?

A estas alturas Pablo debe formar parte de la conocida lista infantil de amigos imaginarios. No solo por no verlo, apenas hablo de él ya.
Lo bueno de que nuestros encuentros o contactos sean tan esporádicos, es que podemos contarnos un montón de cosas, que por cotidianas, no destacan para cualquiera de nuestro entorno.
Poco antes de nuestro último encuentro había reprendido a un trabajador por orinar en el vivero. Días más tarde me contaba entre risas que la respuesta del trabajador consistía en miccionar cada mañana en la puerta de su despacho (el de Pablo). Muy pocas personas de la empresa sabían que había instalado una cámara para comprobar quien y cómo hacía desaparecer plantas de forma masiva, por lo que este personaje se dedicaba a orinar diariamente, a modo de venganza, bajo/frente a la cámara.
Evidentemente una charla con este hombre supondría delatar el secreto, además estaría obligado a acompañarla de algún tipo de sanción...
Desconozco cómo ha solucionado el problema del robo de plantas, pero estoy seguro de que en muchos sitios, como ya comentábamos hace algún post, la grabación a un trabajador orinando en la puerta de tu despacho es motivo de indemnización (al meón).