una tele
soy un hombre nuevo. Lo principal de esta frase no es que sea un hombre, sino que sea nuevo. Después de 2 meses sin televisión, llega un nuevo ser a nuestro humilde hogar.
(Leo la frase anterior. Definitivamente las luces de navidad del cortingles han afectado mi modo de escribir.)
Después de 2 meses, descubrimos que hay una televisión en el altillo. En uno de esos momentos que convierten a unos compañeros de piso en almas inseparables, presenciamos el nacimiento de la luz dentro de una caja. Lo hacíamos mientras sonaba "Television, the drug of a nation", el hit de Disposable Heroes of Hiphoprisy que la MTV apalizó. Un momento irónico lo tiene cualquiera. Sin embargo, cuando pienso en aquella gloriosa situación, me viene a la cabeza la imagen en cámara lenta de un par de monos tirando un hueso al aire. Lo extraño es que no éramos dos monos, sino tres. Y lo extraño, también, es que se diga “cámara lenta” cuando lo lento no es la cámara sino el movimiento.
Justo mientras nace la televisión terrestre, para nosotros nace la de siempre, la...no terrestre...¿extraterrestre? Una televisión de principio de los 80 no tiene euroconector, pero a cambio tiene dos antenas telescópicas que le dan un toque Bender al salón. Una televisión blanca de plástico encaja perfectamente en un piso con fotos de Tamara la mala y ediciones limitadas de clicks de playmobil vestidas de monja.
Se acabaron ya esas jornadas maratonianas escuchando música y mirando los juegos de luz de itunes. Se acabaron ya esas noches de drogas, alcohol y salvapantallas.
Ahora ya podemos saber cosas tan interesantes como que hubo jornada de puertas abiertas del Congreso o la repetición, de nuevo en cámara lenta, del accidente de un helicóptero. Estoy salvado.
(Leo la frase anterior. Definitivamente las luces de navidad del cortingles han afectado mi modo de escribir.)
Después de 2 meses, descubrimos que hay una televisión en el altillo. En uno de esos momentos que convierten a unos compañeros de piso en almas inseparables, presenciamos el nacimiento de la luz dentro de una caja. Lo hacíamos mientras sonaba "Television, the drug of a nation", el hit de Disposable Heroes of Hiphoprisy que la MTV apalizó. Un momento irónico lo tiene cualquiera. Sin embargo, cuando pienso en aquella gloriosa situación, me viene a la cabeza la imagen en cámara lenta de un par de monos tirando un hueso al aire. Lo extraño es que no éramos dos monos, sino tres. Y lo extraño, también, es que se diga “cámara lenta” cuando lo lento no es la cámara sino el movimiento.
Justo mientras nace la televisión terrestre, para nosotros nace la de siempre, la...no terrestre...¿extraterrestre? Una televisión de principio de los 80 no tiene euroconector, pero a cambio tiene dos antenas telescópicas que le dan un toque Bender al salón. Una televisión blanca de plástico encaja perfectamente en un piso con fotos de Tamara la mala y ediciones limitadas de clicks de playmobil vestidas de monja.
Se acabaron ya esas jornadas maratonianas escuchando música y mirando los juegos de luz de itunes. Se acabaron ya esas noches de drogas, alcohol y salvapantallas.
Ahora ya podemos saber cosas tan interesantes como que hubo jornada de puertas abiertas del Congreso o la repetición, de nuevo en cámara lenta, del accidente de un helicóptero. Estoy salvado.
Ha sido deniman a las 2:16 p. m.
1 Testigos:
En que quedamos, hace unos días nos querías convencer de que volvías a ser el K de siempre y ahora vienes con que eres un hombre nuevo, y todo porque vuelves al mismo tipo de tele que te obligaba a tener un cuchillo en la mano para cambiar entre cualquier cadena y la sintonización de la nintendo.
- Respecto a lo del helicóptero, cada día estoy más convencido de que estaba amañado para ganar puntos, como el vídeo de Bin Laden justo antes de las elecciones USA, porque no es normal que, con lo "pesao" que es ese tío, a la otra no le pasara nada, ni al piloto, y no hayan tenido que cortar nada para poder sacarlos entre un amasijo de metal...
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