17.6.06

Consecuencias de correr "¡hasta el infinito y más allá!"


Es lo que pasa cuando uno no acepta su nuevo estatus de "tapón con sobrepeso".
Me veo reflejado en cualquier escaparate y sigo viendo un torax de toro pegado a un cuerpo, sigo sintiendo los cuellos de las camisas asfixiantes, las costuras de los sobacos irritantes.
Es lo que pasa cuando uno se pone a correr y piensa "hasta el horizonte y vuelta". Que te empieza a molestar un abductor, el roce de los calzoncillos cada vez pica más, tropiezas dos o tres veces por arrastrar los pies y te adelanta una vieja con el mp3 del sobrino.
Lo que pasa cuando uno decide correr como cuando no había límites es que recuerda que sí los había, solo que no tenía interés en sobrepasarlos.
Tengo los pies planos y prácticamente solo oigo por un oído que me quitaron hace 9 años, pero lucho, lucho y salgo a correr con unas zapatillas inadecuadas y un reproductor de mp3 que cada vez suena más a lata porque cada vez escucho un rango de frecuencia más raro.

Gente de todas las edades corre como si andara. Yo corro por ombligación, no digo que sea una tortura pero no es un acto espontáneo (como en mí son costumbre). Tengo la ombligación de recuperar mínimamente la imagen que veo reflejada en el espejo y que solo existe en mi memoria. Por eso corro hasta el horizonte, aunque llegue al mismo sitio de ayer con el mismo ritmo de ayer y tenga más ganas de grabar un vídeo que de llegar a ninguna parte.
Me gustaría grabar el recorrido (precioso) y subirlo reproducido a cámara rápida, pero nunca realizo lo que se me pasa por la cabeza, sobretodo si me parece interesante.
Por eso soy tan blandito escribiendo.
A lo mejor mi percepción de la realidad también está intoxicada de recuerdos. Tal vez sigo siendo un niño mimado y pienso que todo se solucionará, que todo será solucionado por alguien.
No sé si estoy esperando llegar a un nivel de pobreza y cutrerío máximo para escribir algo decente o para dejar de escribir. Pero lucho.
"...Y yo lucho, y yo lucho, y después siempre me ducho..."

8 Testigos:

Anonymous Anónimo echa sal en la herida...

No corras, que correr es de cobardes! XD

17/6/06 10:36  
Blogger Tot echa sal en la herida...

Corre hasta el más acá... no está tan lejos, e igual se te da mejor...

17/6/06 13:30  
Anonymous Anónimo echa sal en la herida...

o usá esa "blandidez" suya para escribir, por ejemplo alguna columna de algún periódico, conozco columnistas que lo hacen infinitamente peor que vos...

17/6/06 18:04  
Anonymous Anónimo echa sal en la herida...

por cierto, preciosa bombolla la suya, precioso símbolo de superación?

17/6/06 18:06  
Blogger deniman echa sal en la herida...

Prefiero pensar que se trata de una muestra de debilidad. Soy blando.

17/6/06 20:19  
Anonymous Anónimo echa sal en la herida...

No se donde lo podrías encontrar allí pero se que vende algo parecido a las tiritas de toda la vida, pero que estar cubiertas con algo parecido a silicona. Para mi funciono.

17/6/06 23:22  
Blogger deniman echa sal en la herida...

Afortunadamente no me duele correr sobre ampollado.
¿Para las lumbares también habrá tiritas de esas?

18/6/06 17:39  
Anonymous Anónimo echa sal en la herida...

Si, lo que tu necesitas es un airbag de cuerpo entero.
Y unos buenos zapatos para correr, que lo de los lumbares suena a eso.
A cuidarse.

18/6/06 20:39  

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