orgullo rural de tercera generación
Madrid es la capital. Eso dicen. Hay tiendas sobre art toyz o de bicis chopper.
La capital, vamos. Si digo que nadie es de aquí no avanzo nada. La gente es de Cádiz, Barcelona, Huesca o Bogotá, pero nunca de Madrid. Sin embargo, de los hospitales se ven salir madres con sus recién nacidos. Ninguno de ellos se siente de Madrid. Hay algo maléfico que les impide decir que son de aquí. Un afán por sentirse de pueblo, por ser de pueblo, aunque se trate del lugar en el que nació su bisabuela.
-“Me voy pal pueblo”
-“Creía que eras de Madrid”
-“Bueno, nací aquí, pero mi madre es de un pequeño pueblo al que vamos cada vez que podemos”
Al final, Madrid es la capital de los pueblos, la ciudad de los rurales de tercera generación.
La capital, vamos. Si digo que nadie es de aquí no avanzo nada. La gente es de Cádiz, Barcelona, Huesca o Bogotá, pero nunca de Madrid. Sin embargo, de los hospitales se ven salir madres con sus recién nacidos. Ninguno de ellos se siente de Madrid. Hay algo maléfico que les impide decir que son de aquí. Un afán por sentirse de pueblo, por ser de pueblo, aunque se trate del lugar en el que nació su bisabuela.
-“Me voy pal pueblo”
-“Creía que eras de Madrid”
-“Bueno, nací aquí, pero mi madre es de un pequeño pueblo al que vamos cada vez que podemos”
Al final, Madrid es la capital de los pueblos, la ciudad de los rurales de tercera generación.
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