29.3.05

Todas las batas conducen a Roma o Todos los caminos Llevan bata

En los 5 minutos que me quedan antes de salir pitando para el curro comentaré:
  • Que el capitán batas me pregunto si prefería llevar traje y corbata. A lo que conteste que prefería la bata por aquello de que al preparar los coches me mancho, pero que la talla XL me hace quedar un poco ridículo cuando corro escaleras arriba o abajo porque se abre y tengo que llevar piedras en los bolsillos para no levantar el vuelo.
  • Que sustituyo las piedras de los bolsillos por papeles en los que voy apuntando todo lo que tengo pendiente para realizar en los 30 segundos en los que pueda usurpar la oficina/ordenador/mesa que comparto. Los papeles además son una especie de metáfora (por los bolsillos, que vendrían a ser los gadgets del cinturón de Batman, y de todos los poderes que me da la bata ellos me facilitarían la paciencia infinita con la que sustituyo mi intención inicial = vete ar caraho.)
  • Que habiéndole cogido el punto a la fotocopiadora y sabiendo donde se guardan algunas cosas, ahora solo tengo que molestar 300 veces a la chica de recepción, por las 700 que lo hago al resto del personal.
  • Que siendo la persona encargada de decidir a quien se le deja qué coches, en vez de salirme mil amigos, me han salido mil jefes que lo necesitan urgentemente para clientes o familiares.
Por ultimo me gustaría reflejar la conclusión a la que he llegado con mi padre. ESA BATA es como el manto de Frodo (o los Hermanos Grimm), y casi me arriesgaría a decir la capa de SPAWN. Al llegar me la coloco y me protege de todo mal manteniéndome en su interior. Al marcharme la dejo allí con los problemas, volviendo a casa exclusivamente con mis preocupaciones por cual sera el cacharro con el que satisfaceré mi envidia por el ZEn de David y el iPod Photo del joputa de Ale.