vecinos y pulpos

Mis vecinos hoy me han hecho madrugar. Cada día tienen una discusión a las 10.15, con los mismos insultos, el mismo tono de desprecio de él, el mismo tono amenazante de ella y el mismo tema (dinero y dinero, nada de la derogación de la ley sálica). Pero hoy han decidido innovar y pelearse a las 8.45. Este cambio no ha afectado de ningún modo a su capacidad creativa, mismos insultos, mismo tono de desprecio, mismo tono amenazante, nada de la ley sálica. En un extraño caso para la ciencia, en 5 minutos puedes encontrar a la señora tras la pelea colgando apaciblemente sus fajas recién lavadas, con una sonrisa de oreja a oreja tras cumplir con su deber diario, todos los días a las 10.15. Eso sí, los domingos y festivos no discuten hasta las 12.00. No creo que dos corazones de 80 años puedan aguantar mucho más este ritmo, pero algo me dice que están convenientemente entrenados.

Tu penúltimo post, unido a la velocidad de ciertas conexiones a internet y la incapacidad de otras, han permitido que este diario se convierta en el primer blog autodescrito, así que no era necesario entrar en él para conocer su profundo significado. Para evitar problemas con nuestra querida SGAE debimos contactar con la autora de la fotografía, y no creo que un enlace a la web de cadena 100 sea un canon adecuado. Por otra parte, me han llegado algunas advertencias extrañas sobre los depositarios de mis afectos. Tus comentarios sobre mi pareja iban acompañados de un enlace en el que se podía ver la programación de cadena 100, algunas noticias de su interés y una foto de abellán y del pulpo. Tengo que aclarar que lo mío con el pulpo no tiene nada que ver con el amor verdadero. Todos tenemos un pasado oculto.