Mi gozo en un poso

Siento curiosidad por entender la causalidad de la casualidad -porque yo creo en la causalidad- que suele envolver a mi vida. Sin embargo, he de reconocer que últimamente me dejo llevar. Y eso me tiene mas relajado.
No le doy vueltas al tema de mi más que probable regreso estable a Menores ni trato de hacerme un hueco para salir de una vez por todas favorecido en esta foto que es la vida.
Me gusta pensar que, si la vida es una foto, cada cual debe tener una cámara propia de un solo disparo que ha de configurar según se sienta mas cómodo, y disparar en el momento adecuado. Muchos ven la vida como una foto de empresa y se dedican a buscar su ubicación, sobre quién, bajo quién, junto a quién deben aparecer. A mi me gusta más poner el autodisparador y olvidarme, no hay nada mas real que lo expontaneo.
Si creyera en el destino, no tendría mas que cruzarme de brazos, como deberían hacer las millones de personas que pese a confesarse creyentes en lo religioso, se pasan el día frente a la Brujalola de turno. Si mi destino está escrito ¿cómo es que se puede cambiar con unas velas? Y si se puede cambiar tan fácilmente ¿cómo puedes leer algo tan efímero? Debe ser divertido trabajar en televisión durante años delante de un horóscopo diciendo lo calentito o frío que se encuentra Tauro montado sobre Virgo, olvidando eternamente, por supuesto, a ophicus.
Sinceramente, yo siempre me he decantado por los posos de café, preferentemente irlandés, y mas preferentemente aun sin café. Vamos que no hay mejor forma de adivinar el futuro inmediato que acabarse el último trago de un cubata en una terraza de verano y mirar a través del culo del vaso. Predicción 100% afectiva, resaca segura.
Decía Quevedo que, al igual que existe la quiromancia, deberían coexistir la rodillomancia y la cuellomancia, pues en ambos casos se producen pliegues y lineas a causa de la flexión.
Yo añadiría que no existe una mejor manera de adivinar/asegurar el futuro que la pelotazología o la braguetazomancia. Para que sirve partirse los cuernos trabajando si no tienes mas que despistarte para que te los repongan.
Desgraciadamente, y pese a mis clarividentes aptitudes para lo casual, no tengo mas remedio que conformarme con terminar de escuchar lo último de José Padilla, Thievery Corporation, Fischerspooner o Royksopp, O Roger Sanchez entre otros. Y por lo que dice mi poso de helado de vainilla con praliné del mercadona, me va a gustar.