A palabras necias oídos parapapléjicos
Hace un par de años cambié de otorrino (por enésima vez) porque el anterior, que me operó, no estaba nunca en la consulta pese a haberme citado. Anteriormente tuve un otorrino, que estuvo a punto de operarme, que se pasaba la eternidad resfriado y moqueando, y que mientras te hablaba trataba de ponerle el capuchón del boligrafo al mango del utensilio con el que acababa de mirarte el oido. Anteriormente tuve otro que no se creía que se me tapaban los oidos el día antes de llover pese a que bastaba con mirar la fecha en que pedía consulta y los periodicos del día siguiente.
A parte de ellos y los otros, el único otorrino que me ha parecido bueno y serio, fue el que me descubrió el colesteotoma a los 30 segundos de entrar en la consulta para soltarme la historia de miedo más aterradora que he escuchado (acerca de una operación de colesteotoma) y 5 minutos despues derivarme al incompareciente porque se retiraba de la profesión esa misma semana.
El de la actualidad es más o menos así:
Entro a la consulta, le doy la mano y me siento. Este me mira con cara de “te conozco de algo”. Utiliza formalismos para ir mirando mi historial y saber quien soy (en su favor diré que utiliza ratón y teclado inalámbricos). Siempre comenta que me he operado de un colesteotoma en el oído derecho en el 95. “Te operaste de un colesteotoma del oído derecho en el 95”. Entonces aprovecho para recordarle que la razón por la que estoy en la consulta es porque tengo otro en el izdo. Y pretendemos operarlo.
Me hace sentarme y me mira ambos oídos hasta confirmar que sí, que “parece que ahí arriba hay un pequeño colesteotoma”.
Siempre tengo problemas con el oído derecho por que se me forman unas costritas (supongo que cerumen endurecido) en el interior y el intento por quitarlas me resulta muy doloroso. El nunca recuerda mi hipersensibilidad en los oídos.
Hoy era el día clave. Por teléfono le habían comentado a Soft que tenían el 8 y el veintitantos libre pero que tal vez el ocho fuera precipitado.
Hoy era el día clave porque venía mentalizado para operarme el veintitantos. Pero no, el tipo no tiene fechas libres hasta “después de feria”. No hasta tal o cual día de abril o mayo, sino hasta “después de feria”. Que mejor me pase por allí a primeros de mayo.
Me ve la cara y comenta que si me quiero operar antes, el Dr. Xxxx...
- Verá usted (por llamarlo de alguna forma) supongo que se trata de algo subjetivo pero la gente prefiere operarse con el doctor (por llamarlo de alguna forma) que le lleva y que le conoce a operarse con alguien que no conoce de nada, sobretodo en una operación delicada (y sobretodo para sentir que se responsabilizan de tu bienestar o que de lo contrario sabes donde encontrarlo para partirle el alma).
- El Dr. Xxx está muy cualificado y....
- No me cabe la menor duda, y tal vez incluso sea mejor que usted pero le repito que es cuestión de confianza (mientras digo esto caigo en que no tengo ninguna confianza en/con él).
Soft interviene preguntando en que consiste la operación y que riesgos conlleva. El siempre habla de la operación diciendo que es cuestión de abrir por detrás y actuar en consecuencia.
“Es cuestión de abrir por detrás y actuar en consecuencia. Y respecto a los riesgos, pues conlleva los riesgos de una operación de ese tipo. El ya sabe cuales son los riesgos de la operación”
No sé si el tipo se quiso ahorrar lo de la audición, parálisis facial, problemas de equilibrio y demás riesgos de tocar la cabeza, o simplemente prefiere lo de actuar en consecuencia.
Yo desde luego quiero actuar en consecuencia. Quiero que me opere alguien en quien vea responsabilidad, atención o competencia, y si veo las tres a la vez, mejor.
Quiero que me opere una persona que no me cobre 5 euros por decirme que me tengo que operar y que me pase cuando lo tenga decidido, y que un mes y medio después vuelva a cobrarme 5 euros por decirme que me pase en mayo para concretar una fecha.
Ni que decir tiene que en cuento soltó esa frase le comenté
- ¿La próxima vez, me puede concretar la fecha por teléfono?
- Tienes algo que hacer? ¿No puedes venir?
- Sinceramente, suelo trabajar por las tardes, suelo tener cosas que hacer (y sobretodo me toca la moral pagar 5 euros por llevarme media hora en un coche para que me deriven a otro otorrino o me emplacen a después de feria.
Si fuera una persona optimista pensaría que me dan la oportunidad de disfrutar de las fiestas e irlo asimilando. Pero solo puedo pensar que acabo de dejar el trabajo porque me habían insinuado la operación el veintitantos y terminaba el contrato poco después. Porque me habían dicho que no era urgente pero que no lo podía dejar pasar. Y sobretodo porque me cuesta aclararme porque lado escucho mejor/peor el teléfono.
Decia mi amigo Pablo que "A palabras necias oídos parapapléjicos" yo lo cambiaría por un "a operaciones lentas...y te diré quien eres"
A parte de ellos y los otros, el único otorrino que me ha parecido bueno y serio, fue el que me descubrió el colesteotoma a los 30 segundos de entrar en la consulta para soltarme la historia de miedo más aterradora que he escuchado (acerca de una operación de colesteotoma) y 5 minutos despues derivarme al incompareciente porque se retiraba de la profesión esa misma semana.
El de la actualidad es más o menos así:
Entro a la consulta, le doy la mano y me siento. Este me mira con cara de “te conozco de algo”. Utiliza formalismos para ir mirando mi historial y saber quien soy (en su favor diré que utiliza ratón y teclado inalámbricos). Siempre comenta que me he operado de un colesteotoma en el oído derecho en el 95. “Te operaste de un colesteotoma del oído derecho en el 95”. Entonces aprovecho para recordarle que la razón por la que estoy en la consulta es porque tengo otro en el izdo. Y pretendemos operarlo.
Me hace sentarme y me mira ambos oídos hasta confirmar que sí, que “parece que ahí arriba hay un pequeño colesteotoma”.
Siempre tengo problemas con el oído derecho por que se me forman unas costritas (supongo que cerumen endurecido) en el interior y el intento por quitarlas me resulta muy doloroso. El nunca recuerda mi hipersensibilidad en los oídos.
Hoy era el día clave. Por teléfono le habían comentado a Soft que tenían el 8 y el veintitantos libre pero que tal vez el ocho fuera precipitado.
Hoy era el día clave porque venía mentalizado para operarme el veintitantos. Pero no, el tipo no tiene fechas libres hasta “después de feria”. No hasta tal o cual día de abril o mayo, sino hasta “después de feria”. Que mejor me pase por allí a primeros de mayo.
Me ve la cara y comenta que si me quiero operar antes, el Dr. Xxxx...
- Verá usted (por llamarlo de alguna forma) supongo que se trata de algo subjetivo pero la gente prefiere operarse con el doctor (por llamarlo de alguna forma) que le lleva y que le conoce a operarse con alguien que no conoce de nada, sobretodo en una operación delicada (y sobretodo para sentir que se responsabilizan de tu bienestar o que de lo contrario sabes donde encontrarlo para partirle el alma).
- El Dr. Xxx está muy cualificado y....
- No me cabe la menor duda, y tal vez incluso sea mejor que usted pero le repito que es cuestión de confianza (mientras digo esto caigo en que no tengo ninguna confianza en/con él).
Soft interviene preguntando en que consiste la operación y que riesgos conlleva. El siempre habla de la operación diciendo que es cuestión de abrir por detrás y actuar en consecuencia.
“Es cuestión de abrir por detrás y actuar en consecuencia. Y respecto a los riesgos, pues conlleva los riesgos de una operación de ese tipo. El ya sabe cuales son los riesgos de la operación”
No sé si el tipo se quiso ahorrar lo de la audición, parálisis facial, problemas de equilibrio y demás riesgos de tocar la cabeza, o simplemente prefiere lo de actuar en consecuencia.
Yo desde luego quiero actuar en consecuencia. Quiero que me opere alguien en quien vea responsabilidad, atención o competencia, y si veo las tres a la vez, mejor.
Quiero que me opere una persona que no me cobre 5 euros por decirme que me tengo que operar y que me pase cuando lo tenga decidido, y que un mes y medio después vuelva a cobrarme 5 euros por decirme que me pase en mayo para concretar una fecha.
Ni que decir tiene que en cuento soltó esa frase le comenté
- ¿La próxima vez, me puede concretar la fecha por teléfono?
- Tienes algo que hacer? ¿No puedes venir?
- Sinceramente, suelo trabajar por las tardes, suelo tener cosas que hacer (y sobretodo me toca la moral pagar 5 euros por llevarme media hora en un coche para que me deriven a otro otorrino o me emplacen a después de feria.
Si fuera una persona optimista pensaría que me dan la oportunidad de disfrutar de las fiestas e irlo asimilando. Pero solo puedo pensar que acabo de dejar el trabajo porque me habían insinuado la operación el veintitantos y terminaba el contrato poco después. Porque me habían dicho que no era urgente pero que no lo podía dejar pasar. Y sobretodo porque me cuesta aclararme porque lado escucho mejor/peor el teléfono.
Decia mi amigo Pablo que "A palabras necias oídos parapapléjicos" yo lo cambiaría por un "a operaciones lentas...y te diré quien eres"
2 Testigos:
Soy Elisa, yo también fui operada de un colesteotoma en el 1995. Me gustaría hablar contigo y descubrir quien es ese médico entre otras cosas.
Hola Claudia/Elisa. Mi mail está en martilloepistolar.blogspot.com que es el blog en el que actualmente escribo.
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