10.5.06

Nacer de pie (categoría: tonterías)

Era una situación delicada. Había que andarse con pies de plomo.
De repente se escuchó un ruido, alguien había metido la pata, no me gustaría estar en sus zapatos. Como no quería acabar enmarronado de pies a cabeza pensé "pies para que os quiero" y puse pies en polvorosa. Podría haberme quedado allí pero probablemente habría salido con los pies por delante. Gracias a dIOS soy una persona sensata y tengo los pies en la tierra. Además, nunca salgo de casa sin mi pata de conejo, no como mi amigo patapalo, un pata negra que no cree en la suerte. Y así le va, encontrándose constantemente con la horma de su zapato por tentarla.
Como dice el refrán: Hasta la pata todo es toro.