14.4.05

Siempre hay alguien que habla bien de ti

Palabras textuales de mi nuevo peluquero (a buenas horas mangas verdes) totalmente opuestas a las que saldrían de mi boca(Quien no se fía, no es de fiar?) y que en cambio creo al 100%
Parece que la semana que viene tengo otro trabajo a mi altura Todo por el Zenque sin duda pondrá a prueba mi amistad con Sonia. Se trata de uno de esos curros que vienen a entorpecer cada vez que tomo la determinación de dedicarme lo mio y tomarme el tiempo necesario de decidir el camino a seguir.
Por mucho que entorpezcan mi camino hacia la estabilidad laboral-vocacional esta claro que este tipo de trabajos cambian el concepto que me hago de mi situación actual o "etapa de austeridad" por un "hazte un regalito y pillate ya el ZEN 20Gb". Claro que si el dichoso Zen no llega a España en breve, me tendré que conformar con el Micro, o no habrá mas remedio que hacer caso a mi GOLLUM personal y acabar con el iPod Photo.
Por otra parte la señora MADUREZ esta encontrando acomodo en este cuerpecito. Lo descubro con detalles como el acceder a pasar la noche en una cama de 80cm acompañado de Luisa después de una semana con dolores lumbares y en pleno ataque de alergia. Y no fue el hecho de no poder mover un brazo lo que hizo que cambiara de cama, no. Ni el frío que me entraba por la espalda y se colaba por debajo de la camiseta hasta agarrarme el cuello porque las sabanas/manta cubrían en su totalidad a mi pareja y a mi me gusta que me lleguen a la nariz, no.
Lo que hizo que cambiara de cama (ahora no recuerdo si me cambié yo o la mande a ella a la otra) fue la certeza de que mis estornudos la despertarían.
Despues de todo empiezo a aceptar la idea de que en vez de hacernos pareja de hecho y celebrar una comilona en condiciones (si efectivamente se celebra en Casa Robles no creo que sea correcto llamar comilona al banquete) nos casemos por lo civil y nos limitemos a unos canapés. La cosa es tener la tranquilidad de que los seres queridos (no consanguíneos) y amistades puedan criticar libremente y para el resto de sus días la forma tan rocambolesca que tengo de hacer las cosas.