Mi autocontrol autoaustero

Después de tanto tiempo soñando con el día en que tuviera dinero para comprar uno de los 12342834.34 reproductores multimedia que analizo a diario.
Después de imaginar cómo lo configuro, como suena, dónde lo guardo, como lo llevo encima de forma cómoda si no es un muvo...
Después de llorar y llorar, gemir y gemir, rezar y rezar, al fin cobré. Cobré y no vino nadie a decirme que le debo dinero (aunque sé que aun tengo algunas trampas por ahí).

Llegó el sms avisando del ingreso (por cierto que puedo asegurar que fui de los primeros en disfrutar de ese servicio, allá por el 99/00) y no pude evitarlo. Cogí el coche con Soft dentro y me planté frente a un famoso centro comercial donde compre nada más y nada menos que... 3 pares de calcetines de deporte, unas calzonas para correr, unas calzonas para jugar al paddle por si algún día se deciden a invitarme los que habitualmente me dicen que "cuando quieras echamos un partidito" pero que también me sirvan para correr -que no es plan de tenerlas en el cajón- y unas zapatillas nuevas que espero sean mejores que las anteriores, que me he puesto 5 veces con todo el dolor de mis rodillas.

Pues sí, ha resultado que ahora que estoy en números negros estables sigo sin ser capaz de invertir en uno de esos cacharros que tanto me gustan. Ni siquiera en unos auriculares internos que no se me caigan cada dos por tres de mis little orejas.
A mi me parece muy significativo el cambio. ¿Será que hay algo hay dentro que empieza a funcionar? Aun así, creo que debería darme un capricho de ese tipo, no ahora, ni mañana, pero mi mente necesita que la rescaten de ese encorsetamiento económico al que la someto. No cojo un taxi ni aunque sepa que lo paga la empresa.

Por cierto, no sabía que blogger ya acepta ".gif"