Siempre he pensado que la selección española no gana nada por culpa del himno.
No lo neguemos, nuestro himno es una castaña. Subjetividades y patriotismo aparte, no emociona, no anima, no infunde respeto, no tiene letra, no tiene ritmo ni duración fija. Según la competición o evento tiene más o menos repeticiones o va a más o menos revoluciones.
Nuestro himno se puede resumir en una estrofa, pero nadie se atreve a hacerlo porque sería considerado una falta de respeto.
Es el problema del protocolo y la política. A ver quien es el guapo que tiene valor de cambiar el himno español, ¡Que digo cambiar! A ver quién tiene valor de promover el cambio ¡Que digo promover! A ver quien tiene coj. de sugerir un cambio a nivel oficial.

Cuando un atleta español sube a un podio y llora mientras escucha el himno me emociono. Siento una gran empatia por esa persona, entiendo lo que está pasando. Es muy duro pasar tanto tiempo preparando la prueba, tantos sacrificios, tanto esfuerzo, tanta entrega, para ser el nº1, y cuando llega ese momento, te suben ahí arriba, con tu bandera en lo más alto, y te obligan a permanecer en silencio mientras suena... eso. Con sus aleatorias repeticiones de chan chan chan chan chanchanchanchanchanchanchan chan chan chaaaaa chaaaan chaaaaaan...

Algún día la industria conseguirá cambiar los himnos nacionales. La melodía será escogida de la canción que más alto haya llegado en el billboard.
Ya estoy viendo a Fernando Alonso con la mano en el corazón cantando el "Bulería". Aunque entre uno y otro, me quedo con la letra del himno actual.