Jugando al paddle con el director de la sucursal

- La pelota no puede dar primero en la pared. El saque no puede dar 2 botes en el primer cuadrado ni dar en la pared después del primero. Lo demás es como el tennis.
- Ok. Que sepas que me toca los coj. que tu banco me cobre comisiones por hacer gestiones a través de la web cuando se supone que os estamos quitando trabajo. Para eso voy a la oficina a dar por saco que tengo tiempo y me sale gratis.
- Bola de saque. ¿Llamaste a la oficina para lo del recibo?
- Ok. Sí, todo solucionado.
Es cierto que el paddle me da un poco de grima por connotaciones que me vienen a la cabeza, y más teniendo una pista de tenis al lado (que me pega más como buen proletario) pero bueno, teniendo en cuenta que las paletas eran de mi hermana y la pista está situada en lo que fue nuestra zona de recreo infantil, lo dejaremos pasar.
Podría haberle dado al post un toque más peliculero, en plan reunión de negocios, y así excusar mi derrota como parte intencionada del protocolo. Pero no, simplemente perdí.
Si nos viste de lejos, yo era el bajo gordito de los botines viejos y el bañador con un siete. Él el alto delgado con zapatillas nuevecitas.
Si te acercaste un poco más, verías que yo era el que sudaba a chorros y él era el que me hacía las dejadas.
Si te colocaste junto a la valla, verías que cada vez que estaba a punto de ganar me venía abajo, y él se crecía.
Si tú eres el chaval que estuvo mirando el partido con un amigo, te gustará saber que cuando nos fuimos a dar un baño estuvimos hablando de lo bien que lo pasábamos allí con tu edad. Y tal vez te guste saber que, tanto si te toca ganar los partidos de la vida, como si te toca estar a punto eternamente, hay que sacarle partido al juego, disfrutarlo, sobretodo si ese juego sigue siendo con los de siempre.

Dedicado a Migue.
El miércoles te vas a enterar