PSICOLOGOS + JAMON + SUFRIDAS PAREJAS = TURNO DE ROCIO
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Acabo de llegar del curro -mi última semana- y vengo bastante resfriado.
El viernes conocí la casa de Rocío y Ángel y tengo que decir que el nivel de las reuniones (a las que a partir de ahora llamare tertulias de psicólogos y sufridas parejas o gestación de la generación del 05 [sin premio] y de cómo salvar al mundo tomando unas copas) esta subiendo mucho. No solo porque los platos de jamón tuvieran más jamón que el que ha visto mi nevera en mucho tiempo, ni porque ese jamón fuera mejor jamón que el mejor jamón que ha visto mi nevera en toda su vida. Sino porque cada vez resulta mas agradable y familiar el encuentro. Cada vez tardo menos en dejarme llevar y empezar a exagerar las cosas hasta conseguir que todo el mundo este riendo. La gente tiene menos prisa por marcharse y, para que lo vamos a negar, había jamón. Y unos vasos de medio litro más bonitos que los míos, aunque eso me viene de la infancia. Nunca me supo igual el bocata de jamón york que me preparaba mi madre que el de mis compañeros de clase, aunque tanto el pan como el condimento estuvieran comprados en la misma tienda en el mismo momento. Por supuesto el mío acababa en la basura casi enterito y el de mis compañeros en el estomago, el mío claro. El caso es que la noche fue de lo mas agradable, influida tal vez por mi “calentamiento previo” con otro compañero de trabajo, que no se llama Conzo ni conoce a ninguna Conzo que use el trenticei o el trentioso.
No pasó nada del otro mundo porque como puedes imaginar casi no deje hablar a nadie, pero fue una velada productiva. Ángel ganó una cuenta de Gmail. David me pidió precio orientativo por el Zen Micro (mierda, si se lo pilla ya no podré vacilar con el mío, tendre que tirar p´al Ipod) y Sonia y yo llegamos a un trato, yo vuelvo a mencionarla en el blog o en mi pagina web y ella se acuerda de mi cuando haya un curro interesante.
Supongo que tendríamos que haber matizado el trato, algo así como que yo le dedico un post exclusivo o alabo sus excelencias y expreso todo el afecto que le tengo, y ella se acuerda de mí cuando haya un curro y además me lo ofrece. Pero bueno, no puedo estar en todo si estoy pendiente de todos y de que me escuchen a mi a mi y solo a mi contando mis experiencias con algo que me debió sentar mal y me provocó las alucinaciones y sensaciones psicotrópicas mas desagradables y a la vez enriquecedoras (a toro pasao) que yo recuerdo. Y eso que un buen paseito por una cima nevada con Pablo es una droga fuerte, tan fuerte que me esta produciendo un mono ya bastante orangután.
En fin, que ahora tendré tiempo para subir al menos al monte Gurugú (el del Parque de Mª Luisa quiero decir) y ya no habrá que aplazar mas “tertulias de psi y sufridas parejas” tal vez incluso tenga tiempo de buscar esa camiseta. Espero que a Sonia le valga con esta de/referencia, por ahora. Y siga pensando que alguien mas lee este blog.
Acabo de llegar del curro -mi última semana- y vengo bastante resfriado.
El viernes conocí la casa de Rocío y Ángel y tengo que decir que el nivel de las reuniones (a las que a partir de ahora llamare tertulias de psicólogos y sufridas parejas o gestación de la generación del 05 [sin premio] y de cómo salvar al mundo tomando unas copas) esta subiendo mucho. No solo porque los platos de jamón tuvieran más jamón que el que ha visto mi nevera en mucho tiempo, ni porque ese jamón fuera mejor jamón que el mejor jamón que ha visto mi nevera en toda su vida. Sino porque cada vez resulta mas agradable y familiar el encuentro. Cada vez tardo menos en dejarme llevar y empezar a exagerar las cosas hasta conseguir que todo el mundo este riendo. La gente tiene menos prisa por marcharse y, para que lo vamos a negar, había jamón. Y unos vasos de medio litro más bonitos que los míos, aunque eso me viene de la infancia. Nunca me supo igual el bocata de jamón york que me preparaba mi madre que el de mis compañeros de clase, aunque tanto el pan como el condimento estuvieran comprados en la misma tienda en el mismo momento. Por supuesto el mío acababa en la basura casi enterito y el de mis compañeros en el estomago, el mío claro. El caso es que la noche fue de lo mas agradable, influida tal vez por mi “calentamiento previo” con otro compañero de trabajo, que no se llama Conzo ni conoce a ninguna Conzo que use el trenticei o el trentioso.
No pasó nada del otro mundo porque como puedes imaginar casi no deje hablar a nadie, pero fue una velada productiva. Ángel ganó una cuenta de Gmail. David me pidió precio orientativo por el Zen Micro (mierda, si se lo pilla ya no podré vacilar con el mío, tendre que tirar p´al Ipod) y Sonia y yo llegamos a un trato, yo vuelvo a mencionarla en el blog o en mi pagina web y ella se acuerda de mi cuando haya un curro interesante.
Supongo que tendríamos que haber matizado el trato, algo así como que yo le dedico un post exclusivo o alabo sus excelencias y expreso todo el afecto que le tengo, y ella se acuerda de mí cuando haya un curro y además me lo ofrece. Pero bueno, no puedo estar en todo si estoy pendiente de todos y de que me escuchen a mi a mi y solo a mi contando mis experiencias con algo que me debió sentar mal y me provocó las alucinaciones y sensaciones psicotrópicas mas desagradables y a la vez enriquecedoras (a toro pasao) que yo recuerdo. Y eso que un buen paseito por una cima nevada con Pablo es una droga fuerte, tan fuerte que me esta produciendo un mono ya bastante orangután.
En fin, que ahora tendré tiempo para subir al menos al monte Gurugú (el del Parque de Mª Luisa quiero decir) y ya no habrá que aplazar mas “tertulias de psi y sufridas parejas” tal vez incluso tenga tiempo de buscar esa camiseta. Espero que a Sonia le valga con esta de/referencia, por ahora. Y siga pensando que alguien mas lee este blog.
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