pliego de descargo y rubén blades
Ante el revuelo producido por algún comentario bienintencionado, me veo obligado a declarar:
Que ante todo, la decisión última de presenciar el concierto de OT fue mía, mía y sólo mía.
Que mi intención era llevar zapatillas por si hay problemas salir volao. Pero sin sombrero de ala ancha de medio lao.
Que de todos modos, era incapaz de escuchar demasiado porque la risa de mi madre al enterarse de que iba a un concierto de OT me causó una incapacidad auditiva temporal.
Que en todo momento disfrute con los bailes de los prepúberes, y que incluso llegué a disfrutar en algún momento con los bailes de los postpúberes.
Que incluso no se trata de mi mayor atrevimiento, y que puedo sentirme orgulloso de haber asistido a una gala homenaje a Edurne, con familia y club de fans incluido. Lo peor de todo es que hay fotos.
Que la terapia contra el síndrome de Estocolmo no funciona.
Que la unión de factores laborales y sentimentales puede causar estragos. Y que todos hemos hecho alguna locura por amor.
Que ladyblue no merece el título de dominatrix mayor del reino (que hasta ahora posee Ana Rosa Quintana) que tan graciosamente se le ha otorgado.
Que de todos modos, recordaré siempre que “because of ladyblue” estuve en un concierto de OT.
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Pero también es cierto, ladyblue, que “quien a hierro mata, a hierro telmina”.
Que ante todo, la decisión última de presenciar el concierto de OT fue mía, mía y sólo mía.
Que mi intención era llevar zapatillas por si hay problemas salir volao. Pero sin sombrero de ala ancha de medio lao.
Que de todos modos, era incapaz de escuchar demasiado porque la risa de mi madre al enterarse de que iba a un concierto de OT me causó una incapacidad auditiva temporal.
Que en todo momento disfrute con los bailes de los prepúberes, y que incluso llegué a disfrutar en algún momento con los bailes de los postpúberes.
Que incluso no se trata de mi mayor atrevimiento, y que puedo sentirme orgulloso de haber asistido a una gala homenaje a Edurne, con familia y club de fans incluido. Lo peor de todo es que hay fotos.
Que la terapia contra el síndrome de Estocolmo no funciona.
Que la unión de factores laborales y sentimentales puede causar estragos. Y que todos hemos hecho alguna locura por amor.
Que ladyblue no merece el título de dominatrix mayor del reino (que hasta ahora posee Ana Rosa Quintana) que tan graciosamente se le ha otorgado.
Que de todos modos, recordaré siempre que “because of ladyblue” estuve en un concierto de OT.
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Pero también es cierto, ladyblue, que “quien a hierro mata, a hierro telmina”.
2 Testigos:
1. ¿El de la foto es K o Van Gogh?
2. Todos sospechabamos que terminarías así cuando tratabas de convencernos de tu pasión por ese gran maricón llamado Hemingway (todo el que me conozca sabe que me refiero al otro escritor cuyo nombre me sale cuando hablo del de las barbas, o sea Oscar Wilde)
Todos tenemos una mancha en nuestro historial, llámese una tarta similar a un adoquín, o hacerse 700 Km para ver una entrega de premios de MTv, eso sí, ahí había excusas por doquier: ColdPlay, Green Day, SOAD, Foo Fighters, y hasta Madonna o BlackEyePeas, y por supuesto el único el inimitable BORAT.
Todo era una excusa para contarlo, aunque debí hacer un post en condiciones y no usar el de otro para comentarlo, que ya me vale.
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